ACERCA DEL MATRIMONIO HOMOSEXUAL

Por: Ps. Jorge Ayona

Ultimamente existe toda una ofensiva, bien montada y orquestada, para hacer "lobbies" en los diversos parlamentos de América Latina para imponer el así llamado "matrimonio homosexual". Esto hará que el Estado deje el matrimonio y la familia (entiéndase niños criados por papá y mamá) convertidos en instituciones desfasadas. Esto pondría en peligro nuestra supervivencia como sociedad.

De paso, el hecho de que matrimonios - y por ende sociedades - estén en crisis no significa que el matrimonio como institución sea en sí un fracaso. Sino más bien que los individuos que se casan, los medios de comunicación, el activismo (bastante efectivo) de algunas minorías, nos bombardean sistemáticamente con mensajes en pro de la promiscuidad, las "uniones libres" y el homosexualismo.

Estos mensajes buscan cambiar paradigmas

1. Un Concepto Distorsionado Del Género

La especie humana es varón y mujer. Esto es cierto en el sentido biológico, físico, psicológico y mental. Reconocemos que existen al respecto aspectos culturales propios de cada sociedad en lo referente a los roles y funciones de los géneros dentro de la misma. Estos aspectos culturales y paradigmas sobre la familia, sexualidad, forman parte de un todo, con el propósito de preservar dicha sociedad o grupo y la correcta armonía de sus miembros.

Los aspectos culturales de género, se basan en realidades:

· Físico - Biológico

Sí existen diferencias físicas en la anatomía del hombre y la mujer. Esto es incuestionable. Los órganos genitales de un sexo están constituidos de tal manera que ¡uno necesite del otro para la reproducción!

Existen procesos hormonales, propios de un sexo que el otro jamás podrá experimentar. ¡Un hombre jamás sabrá lo que experimenta la mujer en su ciclo menstrual!

· Psicológico - Mental

Hombres y mujeres piensan de manera diferente. Ya algunos han explicado estas diferencias en cuanto a la preeminencia del uso de uno u otro hemisferio cerebral en el modo como toman decisiones y perciben la vida tanto hombres como mujeres.

Por simple diferencia de género, jamás será normal - y por ende - moralmente aceptable la homosexualidad y el así llamado matrimonio homosexual.

2. Un concepto distorsionado de la Libertad

Ser para lo que tenemos la potencialidad de ser., lo que somos en esencia. Un televisor no tiene "libertad" para ser un piano, por más que quisiera. Un perro no puede ser gato

Tenemos libertad amplia de desarrollar el potencial intrínseco, en los límites de lo que somos.

El género humano se compone de hombre y mujer; no existe tercera opción. Nuestra verdadera realización como seres humanos vendrá cuando definamos nuestra identidad en los parámetros que la naturaleza nos dió.

3. Un Concepto Distorsionado De La Familia

Me gustaría citar in extenso una cita de F.B. Henry, Obispo de Calgary. (Alberta, Canadá) :

"Dos individuos del mismo sexo, más allá de su raza, posición social, salud, estatura, inteligencia o fama, nunca serán capaces de casarse debido a la imposibilidad biológica insuperable. La negación del estatus legal y social de matrimonio a las parejas del mismo sexo no es discriminación. No es algo opuesto a la justicia, al contrario, la justicia requiere tal oposición. La unión comprometida de dos personas del mismo sexo no es la misma realidad humana que la unión comprometida de un hombre y una mujer. Una unión homosexual no es una unión física que transmita la vida humana generando niños. Una unión homosexual no es la integración de dos naturalezas complementarias la una a la otra. Simplemente así demostrado, una unión del mismo sexo no es un matrimonio. La idea de que los homosexuales puedan crear un "matrimonio" del mismo sexo por su elección individual es falsa. Todo el envoltorio del mundo no altera la sustancia."

4. Un Concepto Distorsionado De Lo normal

Jamás será normal que un hombre actúe como mujer. Jamá será normal una familia en la que los padres sean del mismo sexo. Vale aquél calificativo: "Contra la naturaleza". Todo lo que no va de acuerdo a la constitución física, biológica, psicológica

5. Un Concepto Distorsionado De Los Derechos

Lamentamos profundamente los ataques, injurias, ridículo que sufren los homosexuales. Por principio de libre albedrío,

Cada uno tiene el derecho de escoger la moral que escoja. Nadie puede imponer sus creencias a los demás. Esto es válido tanto para el caso de una "Religión de Estado" como para una llamada "opción sexual". Pero hay mucho más en juego aquí que los derechos individuales.

Si bien el matrimonio es un derecho natural del ser humano, el hijo tiene “el derecho de tener padres sanos”, que no le transmitan taras, formación, etc. Que tergiversen su formación moral, sexual y ciudadana. Es decir, el niño tiene derecho a ser criado por Padre y Madre, unión normal y natural que conforma la familia.

El proyecto del matrimonio gay no considera a los adultos solamente, sino a la niñéz. Busca mostrar como moralmente aceptable -y por ende, judicialmente exigible -a nuestros niños el matrimonio gay y la homosexualidad son correctos. En algunos lugares, niños que defendieron la posición y creencias de sus padres cristianos han sido castigados. Cada vez más familias cristianas vuelven al sistema de "Home Schooling" (maestros particulares en la casa, el niño no va a la escuela).

¿Es moral que una minoría imponga sus normas sobre la mayoría?.

Nada impide que escojan vivir en el pecado ( no estamos en tiempos de inquisición), pero no pueden decirnos que es "normal", pues su relación no lo es.

6. Un Concepto Distorsionado De La Historia

No existen en absoluto antecedentes antes de nuestra generación, en países civilizados, en un país civilizado de matrimonios entre personas del mismo sexo. El veredicto del tiempo dice que el matrimonio es para sexos complementarios. Algunos dicen que en la edad media se establecían relaciones sexuales estables similares al matrimonio pero ninguna investigación seria pudo, desde los claustros académicos, probar la existencia de matrimonios legalmente constituidos en ese periodo. Se dice que en la antigua Grecia se aceptaban las parejas homosexuales, pero no es tan así. En la antigua Grecia, ancianos varones gay "entrenaban" a los jóvenes que iban a contraer matrimonio heterosexual para que puedan hacer lo que debían hacer en la noche de bodas. En la Grecia antigua eran toleradas las relaciones homosexuales entre adultos pero el que era pasivo de la pareja homosexual era juzgado severamente por la sociedad. El pasivo, el "marica" no era cool en Grecia.

¿Es Intolerancia defenderse contra lo anormal?

Si el cuerpo sea, humano o social, se intoxica o enferma, debe tomar las medidas pertinentes para procurar y/o preservar la salud.

Dentro de un Estado de Derecho, esto significa opinar en contra de, restringir, limitar. Tampoco implica perseguir, proscribir, atentar contra la vida e integridad de ellos. Ni siquiera en nombre de Dios, El Estado o de una ideología de turno. No podemos justificar la homofobia, limpieza étnica, y otras barbaridades.

Sin embargo, “La negación del estatus legal y social de matrimonio a las parejas del mismo sexo no es discriminación. No es algo opuesto a la justicia, al contrario, la justicia requiere tal oposición.”

Debemos preservar la noción de Familia como Padre, Madre e Hijos.

Entonces, ¿Cómo hacer frente a esto en un Estado de Derecho y Laico? He aquí algunas propuestas:

1. Reconocer el derecho a opción: Pueden escoger el estilo de vida que deseen, pero no imponer al resto su concepto de “normalidad”, “familia” y “matrimonio”.

2. La Ley podrá reconocer el derecho que tienen como personas adultas. Pero limitar las uniones homosexuales a un asunto gananciales y patrimonio.

3. Evitar llamar a esas uniones “matrimonio”, por no calificar como tales.

4. Impedir la adopción y/o crianza de niños; en resguardo de los menores mismos, quienes necesitan modelos de hombre y mujer como familia.

Creo que de esa manera, podemos conciliar un Estado Laico y Democrático, a la par que protegemos a la niñez y la juventud de modelos anormales. Al hacer esto, estaremos trabajando por las Generaciones que vendrán después de nosotros.

Por: Ps. Jorge Ayona

Ultimamente existe toda una ofensiva, bien montada y orquestada, para hacer "lobbies" en los diversos parlamentos de América Latina para imponer el así llamado "matrimonio homosexual". Esto hará que el Estado deje el matrimonio y la familia (entiéndase niños criados por papá y mamá) convertidos en instituciones desfasadas. Esto pondría en peligro nuestra supervivencia como sociedad.

De paso, el hecho de que matrimonios - y por ende sociedades - estén en crisis no significa que el matrimonio como institución sea en sí un fracaso. Sino más bien que los individuos que se casan, los medios de comunicación, el activismo (bastante efectivo) de algunas minorías, nos bombardean sistemáticamente con mensajes en pro de la promiscuidad, las "uniones libres" y el homosexualismo.

Estos mensajes buscan cambiar paradigmas

1. Un Concepto Distorsionado Del Género

La especie humana es varón y mujer. Esto es cierto en el sentido biológico, físico, psicológico y mental. Reconocemos que existen al respecto aspectos culturales propios de cada sociedad en lo referente a los roles y funciones de los géneros dentro de la misma. Estos aspectos culturales y paradigmas sobre la familia, sexualidad, forman parte de un todo, con el propósito de preservar dicha sociedad o grupo y la correcta armonía de sus miembros.

Los aspectos culturales de género, se basan en realidades:

· Físico - Biológico

Sí existen diferencias físicas en la anatomía del hombre y la mujer. Esto es incuestionable. Los órganos genitales de un sexo están constituidos de tal manera que ¡uno necesite del otro para la reproducción!

Existen procesos hormonales, propios de un sexo que el otro jamás podrá experimentar. ¡Un hombre jamás sabrá lo que experimenta la mujer en su ciclo menstrual!

· Psicológico - Mental

Hombres y mujeres piensan de manera diferente. Ya algunos han explicado estas diferencias en cuanto a la preeminencia del uso de uno u otro hemisferio cerebral en el modo como toman decisiones y perciben la vida tanto hombres como mujeres.

Por simple diferencia de género, jamás será normal - y por ende - moralmente aceptable la homosexualidad y el así llamado matrimonio homosexual.

2. Un concepto distorsionado de la Libertad

Ser para lo que tenemos la potencialidad de ser., lo que somos en esencia. Un televisor no tiene "libertad" para ser un piano, por más que quisiera. Un perro no puede ser gato

Tenemos libertad amplia de desarrollar el potencial intrínseco, en los límites de lo que somos.

El género humano se compone de hombre y mujer; no existe tercera opción. Nuestra verdadera realización como seres humanos vendrá cuando definamos nuestra identidad en los parámetros que la naturaleza nos dió.

3. Un Concepto Distorsionado De La Familia

Me gustaría citar in extenso una cita de F.B. Henry, Obispo de Calgary. (Alberta, Canadá) :

"Dos individuos del mismo sexo, más allá de su raza, posición social, salud, estatura, inteligencia o fama, nunca serán capaces de casarse debido a la imposibilidad biológica insuperable. La negación del estatus legal y social de matrimonio a las parejas del mismo sexo no es discriminación. No es algo opuesto a la justicia, al contrario, la justicia requiere tal oposición. La unión comprometida de dos personas del mismo sexo no es la misma realidad humana que la unión comprometida de un hombre y una mujer. Una unión homosexual no es una unión física que transmita la vida humana generando niños. Una unión homosexual no es la integración de dos naturalezas complementarias la una a la otra. Simplemente así demostrado, una unión del mismo sexo no es un matrimonio. La idea de que los homosexuales puedan crear un "matrimonio" del mismo sexo por su elección individual es falsa. Todo el envoltorio del mundo no altera la sustancia."

4. Un Concepto Distorsionado De Lo normal

Jamás será normal que un hombre actúe como mujer. Jamá será normal una familia en la que los padres sean del mismo sexo. Vale aquél calificativo: "Contra la naturaleza". Todo lo que no va de acuerdo a la constitución física, biológica, psicológica

5. Un Concepto Distorsionado De Los Derechos

Lamentamos profundamente los ataques, injurias, ridículo que sufren los homosexuales. Por principio de libre albedrío,

Cada uno tiene el derecho de escoger la moral que escoja. Nadie puede imponer sus creencias a los demás. Esto es válido tanto para el caso de una "Religión de Estado" como para una llamada "opción sexual". Pero hay mucho más en juego aquí que los derechos individuales.

Si bien el matrimonio es un derecho natural del ser humano, el hijo tiene “el derecho de tener padres sanos”, que no le transmitan taras, formación, etc. Que tergiversen su formación moral, sexual y ciudadana. Es decir, el niño tiene derecho a ser criado por Padre y Madre, unión normal y natural que conforma la familia.

El proyecto del matrimonio gay no considera a los adultos solamente, sino a la niñéz. Busca mostrar como moralmente aceptable -y por ende, judicialmente exigible -a nuestros niños el matrimonio gay y la homosexualidad son correctos. En algunos lugares, niños que defendieron la posición y creencias de sus padres cristianos han sido castigados. Cada vez más familias cristianas vuelven al sistema de "Home Schooling" (maestros particulares en la casa, el niño no va a la escuela).

¿Es moral que una minoría imponga sus normas sobre la mayoría?.

Nada impide que escojan vivir en el pecado ( no estamos en tiempos de inquisición), pero no pueden decirnos que es "normal", pues su relación no lo es.

6. Un Concepto Distorsionado De La Historia

No existen en absoluto antecedentes antes de nuestra generación, en países civilizados, en un país civilizado de matrimonios entre personas del mismo sexo. El veredicto del tiempo dice que el matrimonio es para sexos complementarios. Algunos dicen que en la edad media se establecían relaciones sexuales estables similares al matrimonio pero ninguna investigación seria pudo, desde los claustros académicos, probar la existencia de matrimonios legalmente constituidos en ese periodo. Se dice que en la antigua Grecia se aceptaban las parejas homosexuales, pero no es tan así. En la antigua Grecia, ancianos varones gay "entrenaban" a los jóvenes que iban a contraer matrimonio heterosexual para que puedan hacer lo que debían hacer en la noche de bodas. En la Grecia antigua eran toleradas las relaciones homosexuales entre adultos pero el que era pasivo de la pareja homosexual era juzgado severamente por la sociedad. El pasivo, el "marica" no era cool en Grecia.

¿Es Intolerancia defenderse contra lo anormal?

Si el cuerpo sea, humano o social, se intoxica o enferma, debe tomar las medidas pertinentes para procurar y/o preservar la salud.

Dentro de un Estado de Derecho, esto significa opinar en contra de, restringir, limitar. Tampoco implica perseguir, proscribir, atentar contra la vida e integridad de ellos. Ni siquiera en nombre de Dios, El Estado o de una ideología de turno. No podemos justificar la homofobia, limpieza étnica, y otras barbaridades.

Sin embargo, “La negación del estatus legal y social de matrimonio a las parejas del mismo sexo no es discriminación. No es algo opuesto a la justicia, al contrario, la justicia requiere tal oposición.”

Debemos preservar la noción de Familia como Padre, Madre e Hijos.

Entonces, ¿Cómo hacer frente a esto en un Estado de Derecho y Laico? He aquí algunas propuestas:

5. Reconocer el derecho a opción: Pueden escoger el estilo de vida que deseen, pero no imponer al resto su concepto de “normalidad”, “familia” y “matrimonio”.

6. La Ley podrá reconocer el derecho que tienen como personas adultas. Pero limitar las uniones homosexuales a un asunto gananciales y patrimonio.

7. Evitar llamar a esas uniones “matrimonio”, por no calificar como tales.

8. Impedir la adopción y/o crianza de niños; en resguardo de los menores mismos, quienes necesitan modelos de hombre y mujer como familia.

Creo que de esa manera, podemos conciliar un Estado Laico y Democrático, a la par que protegemos a la niñez y la juventud de modelos anormales. Al hacer esto, estaremos trabajando por las Generaciones que vendrán después de nosotros.